"Con muy poco podemos hacer grandes cosas en personas" que nos necesitan

Cada sábado te levantas con la ilusión  de poder arrancar una sonrisa a personas que no están pasando por un buen momento; personas que se encuentran hospitalizadas en la planta quinta del bloque cinco. Esa planta tan difícil para todo el que la pisa: la planta de oncología.
Laura, Conchi y Alicia con algunos de los carteles que decoran la 5º planta
Aún recuerdo la primera vez que mis compañeras y yo fuimos a visitar a una chica, muy joven, que se encontraba hospitalizada. Era nuestra primera vez y, personalmente, no sabía cómo iba a afrontar ver a la gente con una enfermedad complicada, pero después de aquella primera visita, lo único que me apetecía era seguir visitando a los enfermos cada sábado.

Muchas de mis compañeras y yo somos estudiantes de enfermería y, aunque lo llevamos en la sangre y nos encanta ayudar a las personas, estamos super agradecidas a FADE por brindarnos la oportunidad de poder vivir estos momentos.

Cuando le cuento a la gente lo que mis compañeras y yo hacemos me repiten una pregunta ¿Y no es duro? Lo que yo siempre respondo es que no es fácil, pero te llevas una gran recompensa en palabras de agradecimiento y muestras de cariño, que te hace tener más ganas de seguir ayudando.

Desde que empezamos con este proyecto hemos ido a visitar a gran cantidad de pacientes y absolutamente todos nos lo han agradecido muchísimo, pero es lo que me he dicho antes, lo que no saben es lo que nos aportan ellos también a nosotras. Hace unas semanas salió en la prensa un escrito de un paciente al que habíamos ido a visitar la semana anterior y cuando vimos la noticia en la que nos nombraba nos quedamos muy sorprendidas y contentas.
Carta de agradecimiento a la labor de las voluntarias 
Desde mi punto de vista, no hay nada más bonito que ir con un cartel que has hecho con todo tu cariño para una persona que está enferma y que cuando entres por la puerta te reciban con una enorme sonrisa. Y luego, la semana siguiente, que una enfermera te diga que ese paciente se ha ido a casa y se ha llevado de recuerdo el cartel que tú le habías hecho. Estos pequeños detalles hacen que cada día esté más convencida y más ilusionada con la enfermería.


Querría dar las gracias a FADE por permitirnos acudir cada semana al hospital, pero aprovecho también para darle las gracias a la promotora de este gran proyecto, una enfermera de la planta de oncología y coordinadora del grupo de los sábados ¡Gracias María Requena! Gracias por enseñarnos que con muy poco podemos hacer grandes cosas en personas que realmente lo necesitan.

Laura Fernández García, voluntaria en Santa Lucía

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