La verdad es que soy una novata en esto del voluntariado, pero lo que sí puedo decir es que en estos meses he recibido más de lo que he aportado.
Soy voluntaria en el área infantil, pero siempre mis
compañeras y yo encontramos un tiempo, cada día que vamos, para dedicarlo a realizar
manualidades y carteles con frases motivadoras para subirlos al área de
oncología. Ésta área no es la más animada, pues todos sabemos los graves
problemas que padecen las personas que están allí, pero cuando vamos, les dedicamos unos minutos de nuestro tiempo
(un escaso tiempo que las personas ingresadas en oncología consideran muy valioso)
para hablarles de nuestra labor, darles el detalle que hemos hecho y dejar que
se desahoguen si así lo necesitan. Sinceramente no pensaba que dedicar unas
horas de un día a la semana a realizar un voluntariado iba a ser tan
gratificante, incluso estar deseando que llegue ese momento para poder ver la
alegría de la que eres responsable cuando centras tu atención en una persona
que la necesita.
Es por ello que si alguien se está replanteado realizar alguna labor como ésta o similar, le diría que siguiera adelante, porque me merece mucho la pena, por tí y por quien vas a ayudar.
Testimonio de Laura Martínez Ros, voluntaria en Santa Lucía
Comentarios
Publicar un comentario